Introducción

      El punto de partida para la formulación del diseño de provincia que pretende alumbrar el Plan Estratégico no puede ser otro que el del diagnóstico socioeconómico de la situación actual. Así, en los sucesivos epígrafes de este capítulo se realiza un análisis sintético de la evolución y estructura presente de la población jiennense, su renta, la sociedad, el mercado de trabajo, las infraestructuras provinciales, el urbanismo de sus pueblos y ciudades, el balance y las posibilidades energéticas, el territorio protegido y la situación del entorno ambiental, la agricultura, el olivar y la industria oleícola, la ganadería, el sector industrial, el comercio, el turismo y la cultura.

      No se pretende realizar un estudio exhaustivo de cada uno de los segmentos, territorios y sectores de actividad económica de la provincia, sino tan solo poner en evidencia las fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades que cada uno de ellos presenta de cara a que, a través de un proceso de planificación estratégica, se pongan en marcha los programas de fomento, líneas de actuación y proyectos concretos que permitan alcanzar el modelo de provincia consensuado por los diferentes agentes económicos, sociales y políticos durante el período de elaboración del Plan.

      Jaén requiere un decidido impulso que potencie su desarrollo económico y social, debe huir de su secular complejo de inferioridad, los prejuicios, la desvalorización de lo propio y la falta de confianza en sus posibilidades; debe, asimismo, conseguir dibujar una personalidad propia, una imagen definida y diferenciada –turismo de interior, aceite de oliva, parques naturales, cultura ibérica– que, junto a la adopción de los avances en las nuevas tecnologías, el desarrollo sostenible y la solidaridad social, le ubiquen en una situación ventajosa para afrontar los nuevos retos que plantea el siglo XXI.

      La provincia, con una extensión de 13.498 Km2 y 645.792 habitantes, presenta una reducida densidad –apenas 48 habitantes por Km2–, aunque agrupa a su población en núcleos importantes; así, Jaén, Linares, Andújar, Úbeda, Martos y Alcalá la Real cuentan con más de 20.000 habitantes, repartiéndose el resto entre los otros noventa municipios. Asimismo, la homogeneidad de rasgos culturales, geográficos, económicos y sociales permiten la agrupación de los municipios en una serie de comarcas bien definidas: Alto Guadalquivir, Sierra Mágina, La Loma, Sierra de Segura, Sierra Sur, La Campiña, El Condado y la Comarca Norte.

      La localización geográfica, dentro de la Comunidad Autónoma de Andalucía, permite que Jaén limite al N con Ciudad Real, al E con Albacete y Granada, al S con esta última y al O con Córdoba; en definitiva, puerta de entrada a Andalucía, conexión de la Comunidad con Castilla, núcleo de enlace entre regiones. La provincia ocupa una posición de privilegio para propiciar el acercamiento de Andalucía con España y, por extensión, del N de África con Europa. De hecho, a lo largo de la historia fue en numerosas ocasiones punto de encuentro de pueblos y culturas, que dejaron su impronta y moldearon el perfil y carácter de unas gentes que se encuentran próximas a la Meseta, cercanas a Levante y, todo ello, sin perder la identidad andaluza.

      Sin olvidar la óptica geográfica e histórica, sin embargo, no se puede ignorar que nos encontramos en la era del euro, en la época de la plena libertad de los movimientos de capital, mercancías, personas y prestación de servicios; todo lo cual plantea unas nuevas coordenadas que deben ser utilizadas en favor del desarrollo. Jaén, por consiguiente, ha de planificar el futuro de sus sectores productivos con la perspectiva de convertir en oportunidades el nuevo marco competitivo –fijar nuevos retos para la comercialización de sus productos– y, desde luego, evitar que se concreten las amenazas que una economía europea más integrada pueda suponer para las provincias menos desarrolladas.

      El análisis estratégico lleva a, tras perfilar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que se presentan en cada uno de sus sectores económicos y sociales, concretar los principales problemas y los objetivos a alcanzar (generales, específicos e intermedios). De forma esquemática se han construido las correspondientes matrices DAFO y los árboles de problemas y objetivos que sirven al fin perseguido.


[volver]


 

Los municipios de la provincia de Jaén:

Población y Renta familiar bruta disponible per cápita (Año 1998)

Municipios
Población
(nº habitantes)
Renta familiar bruta
disponible per cápita (pts.)
Albanchez de Úbeda 1.496 1.123.400
Alcalá la Real 21.493 1.446.855
Alcaudete 11.346 1.208.936
Aldeaquemada 613 1.050.450
Andújar 38.254 1.431.363
Arjona 5.683 1.156.845
Arjonilla 3.996 1.112.402
Arquillos 1.892 1.241.730
Baeza 15.635 1.381.524
Bailén 17.414 1.516.478
Baños de la Encina 2.747 940.883
Beas de Segura 8.092 1.365.918
Bedmar y Garcíez 3.220 1.098.122
Begíjar 3.176 1.091.474
Bélmez de la Moraleda 2.067 917.794
Benatae 581 995.136
Cabra del Santo Cristo 2.249 1.091.377
Cambil 3.221 809.901
Campillo de Arenas 2.250 953.258
Canena 2.142 1.082.166
Carboneros 696 987.284
Cárcheles 1.550 1.083.652
Carolina (La) 14.674 1.289.716
Castellar 3.654 1.329.827
Castillo de Locubín 5.366 1.081.782
Cazalilla 821 858.509
Cazorla 8.527 1.082.131
Chiclana de Segura 1.488 958.385
Chilluévar 1.781 818.828
Escañuela 976 964.366
Espeluy 805 1.015.641
Frailes 1.872 1.230.366
Fuensanta de Martos 3.377 1.048.305
Fuerte del Rey 1.165 1.409.748
Génave 719 1.008.879
Guardia de Jaén (La) 2.093 1.533.832
Guarromán 2.825 1.494.878
Higuera de Calatrava 706 1.222.086
Hinojares 502 1.161.814
Hornos 741 1.318.563
Huelma 6.051 1.128.418
Huesa 2.702 740.656
Ibros 3.036 1.012.396
Iruela (La) 2.031 1.124.165
Iznatoraf 1.204 1.113.266
Jabalquinto 2.583 1.078.973
Jaén 107.184 1.748.361
Jamilena 3.289 1.118.748
Jimena 1.589 928.898
Jódar 12.115 728.933
Lahiguera 1.921 860.790
Larva 531 697.097
Linares 58.410 1.561.425
Lopera 3.996 1.159.879
Lupión 1.092 1.349.122
Mancha Real 8.970 1.521.423
Marmolejo 7.666 951.109
Martos 22.391 1.573.563
Mengíbar 8.535 1.738.450
Montizón 2.017 1.056.005
Navas de San Juan 5.285 1.492.282
Noalejo 2.294 947.296
Orcera 2.261 1.057.273
Peal de Becerro 5.280 1.224.415
Pegalajar 3.137 1.235.776
Porcuna 6.974 1.112.327
Pozo Alcón 6.010 981.495
Puente de Génave 2.048 1.184.940
Puerta de Segura (La) 2.745 1.190.870
Quesada 6.181 962.798
Rus 3.793 939.286
Sabiote 4.186 984.967
Santa Elena 1.043 772.945
Santiago de Calatrava 931 996.130
Santiago-Pontones 4.640 889.418
Santisteban del Puerto 5.074 957.941
Santo Tomé 2.462 1.028.423
Segura de la Sierra 2.186 1.121.291
Siles 2.777 1.021.998
Sorihuela del Guadalimar 1.269 1.268.619
Torreblascopedro 3.044 1.100.792
Torredelcampo 12.675 1.352.709
Torredonjimeno 13.773 1.603.465
Torreperogil 7.538 1.129.328
Torres 1.854 1.265.537
Torres de Albanchez 1.055 1.022.657
Úbeda 32.524 1.628.851
Valdepeñas de Jaén 4.573 894.906
Vilches 5.086 1.539.016
Villacarrillo 11.152 1.115.700
Villanueva de la Reina 3.331 1.127.876
Villanueva del Arzobispo 8.628 1.354.554
Villardompardo 1.257 907.564
Villares (Los) 4.860 1.178.619
Villarrodrigo 588 1.312.678
Villatorres 4.060 1.184.749
MEDIA PROVINCIAL 645.792 1.375.624

(Elaboración: Fuente propia)


[volver]


[ver Mapa de la Provincia de Jaén]

 


[volver]


La población de Jaén al final de la centuria

Introducción

     La población de derecho de la provincia de Jaén es de 645.792 habitantes, según la última revisión publicada del Padrón de Habitantes referida a 1998; de ellos, 319.272 corresponden a varones y 326.520 son mujeres, lo que supone una diferencia de 7.248 personas más a favor del género femenino. Esta dimensión demográfica, que es similar a la mayoría de las provincias andaluzas, no refleja en sí, ni puede reflejar, la evolución que ha experimentado esta provincia. Una mirada retrospectiva puede ofrecernos algunos rasgos característicos de la señalada trayectoria demográfica de Jaén.

     La principal nota que singulariza la demografía provincial es su inestabilidad durante el último siglo, período durante el cual se inician las tendencias crecientes de las demás provincias de Andalucía. Los factores que pueden explicar las diferencias son diversos según los períodos considerados.

     En los años en los que se establece la Restauración, época que coincide con la modernización y con el inicio del capitalismo en España, Jaén es junto a Madrid una de las dos provincias españolas de interior que tuvieron mayor crecimiento demográfico, experimentando ambas un incremento superior al 200 por 100 de la media nacional. Las razones de tal aumento son distintas, opuestas podríamos decir, en ambos casos. Mientras Madrid inicia en esa época la consolidación de capitalidad económica y financiera —política y social ya lo era—, con el flujo inmigratorio que ello supone, Jaén por el contrario incrementa su población por razones más tradicionales; en este caso, el crecimiento demográfico se debe en exclusiva a la alta fertilidad que favorece la población provincial, que representaba a la sazón una de las de mayores tasas de natalidad del país, junto a las provincias de Murcia y de Huelva.1

     Señalamos este momento singular del desarrollo de las estructuras productivas del país porque para entonces la disponibilidad y potencialidad de población como fuerza de trabajo era un factor importante a tener en cuenta en los programas de desarrollo. De hecho, durante los primeros años del siglo XX, la provincia se ve favorecida por acciones modernizadoras de carácter rural, como reforestaciones y roturaciones de la tierra que darán lugar a un nuevo período de incremento demográfico por los aportes migratorios que recibe. Entre los años veinte y treinta la población que accede a la provincia es superior a los veinte mil habitantes. Los años siguientes, sin embargo, son convulsos política, social y económicamente. Las consecuencias negativas para Jaén van a ser más perjudiciales que en otras provincias.


[volver]


La crisis demográfica de mitad de siglo

     Los años cincuenta suponen para la provincia de Jaén la entrada al principal período de regresión demográfica conocida en los últimos 150 años. Se puede afirmar que a partir de finales de esta década la provincia inicia una de las convulsiones demográficas más fuertes de España. En cuatro lustros muestra un crecimiento negativo severo, que lo sitúa entre las caídas más fuertes respecto de la media nacional. La causa principal está en la penuria económica de esos años, que acentúa la emigración en la mayoría de los pueblos de la provincia. La salida de jiennenses entre los años 1951 y 1970 se sitúa en torno a las 325.000 personas, en su mayoría hombres jóvenes. Sólo la alta tasa de natalidad que mantiene la población local pudo contener en cierto modo un declive más acelerado de la misma. Desde los años cincuenta, la población de Jaén se desenvuelve en una inestable caída, que presenta al final saldos más o menos sostenidos. La disminución de la emigración estructural, el incremento de la esperanza de vida al nacer y la aparición de nuevos flujos migratorios positivos pueden explicar el actual estancamiento de la población.

     Por otro lado, si comparamos la provincia de Jaén con el resto de las andaluzas, con las cuales forma parte de una tradición socio-demográfica común al compartir, además de cultura, otros aspectos socio-estructurales básicos, podemos encontrar algunas diferencias sugerentes. En este sentido, Jaén es la única provincia andaluza que pierde población desde 1970 hasta 1991. Paradójicamente, en ese mismo período de dos décadas, Andalucía crece en aproximadamente un millón de habitantes; es decir, que mientras el contexto sociocultural al que pertenece Jaén tiene un impulso demográfico relevante, con un crecimiento relativo de un 15,8 por 100, justamente Jaén decrece en una proporción (-4,6 por 100) significativa. Al mismo tiempo, la población nacional muestra un comportamiento demográfico similar a Andalucía, con un incremento del 13,9 por 100 de la población total, que supone en términos absolutos 4.754.645 españoles más. Estas diferencias no hacen sino confirmar la singularidad demográfica de Jaén.


Evolución de la población de derecho en la provincia de Jaén

Años
Evolución absoluta
Evolución relativa
(Base 1930=100)
Tasa de crecimiento
anual (%)
1930
674.345
100
1940
760.847
112,8
1,28
1950
781.228
115,8
0,27
1960
746.941
110,7
-0,44
1970
668.206
99,1
-1,05
1981
639.821
94,8
-0,43
1991
637.633
94,5
-0,03
1996
648.551
96,2
0,34
1998*
645.792
95,7
-0,21
 
 
 
 
Fuente:
INE. Censos de Población. IEA. Censo de Población de Andalucía 1991.* IEA. Rectificación del Padrón de Habitantes. Elaboración propia.  
 
 

Evolución de la población de derecho de las provincias andaluzas (1970-1998)

Provincia
1970
1991
1996
1998
Incremento
1970-1998
% 
Almería
377.639
455.496
501.761
505.448
127.809
33,8
Cádiz
878.602
1.078.404
1.105.762
1.107.484
228.882
26
Córdoba
731.317
754.452
761.401
767.175
35.858
4,9
Granada
741.659
790.515
808.053
801.177
59.518
8
Huelva
403.405
443.476
454.735
453.958
50.553
12,5
Jaén
668.206
637.633
648.551
645.792
–22.414
–3,4
Málaga
853.579
1.160.843
1.249.290
1.240.580
386.951
45,3
Sevilla
1.336.669
1.619.703
1.705.320
1.714.845
378.176
28,3
 
 
 
 
 
 
 
Andalucía
5.991.076
6.940.522
7.234.873
7.236.459
1.245.383
20,8
España
34.117.623
38.872.268
39.669.394
39.852.651
5.736.028
16,8
 
 
 
 
 
 
 
Fuente:
INE. Censos de Población. IEA. Censo de Población de Andalucía 1991.       
  IEA. Rectificación del Padrón de Habitantes. Elaboración propia.       

     Esta evolución negativa de las cifras de Jaén con relación al contexto andaluz encierra, además, la incapacidad de las medidas de desarrollo propuestas en esos años para sostener en la propia tierra a los nuevos contingentes de población. Las carencias en infraestructuras productivas y culturales favorecen la pérdida de mano de obra, así como la salida de jóvenes hacia otras ciudades universitarias. Estos factores junto a los cambios de mentalidad operados en España en los últimos veinticinco años pueden ayudar a explicar los déficit mostrados.

     El resultado global que podemos anotar es que, en poco más de siete décadas, Jaén ha pasado de ser la segunda provincia andaluza en efectivos demográficos (tras Sevilla, que entonces sólo tenía apenas 12.000 habitantes más que Jaén), a estar hoy en el antepenúltimo lugar. En este tiempo las restantes provincias andaluzas han incrementado su población al menos en 100.000 habitantes, mientras Jaén desciende en 30.000 personas.

     Las pirámides de población que siguen muestran una visión sintética de las consecuencias a que ha dado lugar la evolución demográfica de la provincia, señalando las incidencias según tramos de edad y sexo. Igualmente, representan la evolución que puede cursar la población hasta el año 2006.

     En la estratificación que forma la población en 1996 se aprecia que el número y la actividad procreadora de las generaciones de los años centrales de la centuria han sido decisivos en la configuración que adopta la base actual de la población de Jaén. Si se observan las pirámides de cada municipio de la provincia se comprueba, además, que la mella generacional de los que hoy tienen entre cuarenta y cincuenta años es más pronunciada que la que presenta el conjunto. El desequilibrio intraprovincial producido por la emigración ha sido grande. El peso de la misma hacia mitad de siglo ha hecho especial merma en los municipios de las serranías jiennenses, donde se dan pérdidas de hasta el 50 por 100 de la población, con el añadido de tener pocos visos de recuperación en el futuro inmediato2.


[volver]


Expectativas demográficas de la provincia de Jaén

     La visión panorámica de la pirámide de población nos invita a profundizar en otros indicadores demográficos para conocer la previsible evolución y capacidad reproductora de la población que forma la actual sociedad jiennense. Una dimensión oportuna en este análisis puede observarse en la relación que se da entre jóvenes, adultos y personas de la tercera edad. La potencialidad de recuperación demográfica de un territorio está precisamente en función de la presencia y consistencia de los grupos jóvenes que sustentan la base de la pirámide, si otros factores culturales no son adversos a la procreación. Cuando la tasa de población mayor de 65 años es alta, los pronósticos de recuperación no pueden ser optimistas. A este respecto, la situación de Jaén con relación al contexto andaluz es bastante significativa por la reciente impronta de autoregeneración que muestra. Así, observamos que mientras que en los inicios de los noventa todas las provincias andaluzas presentan tasas de juventud más altas que Jaén, así como menores tasas de envejecimiento, en el último censo registrado la cosas van cambiando. En la actualidad, la provincia de Jaén sigue manteniendo comparativamente una alta tasa de envejecimiento, pero al mismo tiempo está recuperando la cohorte de jóvenes menores de 14 años. Ésta es pues una buena noticia para planificar itinerarios demográficos.


Piramide de población de Jaén. Año 1996

Piramide de población de Jaén. Año 2006


     Los datos reflejan que Jaén tiende de nuevo a recuperar la capacidad reproductora que le caracterizaba cuando los factores exógenos, como la emigración, no perturbaban sus pautas procreadoras. Esta recuperación es más evidente, si cabe, si observamos la evolución de otros indicadores básicos del contexto sociocultural en el que se inserta la realidad de Jaén, como son el “indicador de fecundidad” y el de “esperanza de vida al nacer”. Respecto a la fecundidad destaca que en los últimos años la natalidad española y la andaluza han mantenido una pronunciada tendencia a la baja. Si comparamos la trayectoria de países con tradición de baja natalidad, como Suecia, con la andaluza, podemos comprobar que cuando en 1976 ese país tenía una fecundidad de 1,77 hijos por mujer en edad fértil, Andalucía estaba en una relación de 3,24; sin embargo, en 1997 se sitúa en 1,31 mientras que en Suecia se mantiene en posiciones similares a las del primer año de referencia (1,65). La fuerte caída de la natalidad apreciada en el entorno cultural próximo, aunque ahora esté remitiendo, está teniendo influencia en la estructura general de la población provincial.

     Este fenómeno se muestra en la alta tasa de dependencia que se observa en la provincia por el fuerte peso del grupo de la “tercera edad” respecto de la población activa. Ahora bien, la notable presencia de la población anciana no se debe sólo a la baja natalidad experimentada en el contexto regional y provincial, sino que responde a la propia longevidad de la población. En concreto, en la provincia de Jaén, la tasa de mortalidad ha decrecido en un 25 por 100: de 7,53 personas por mil habitantes en 1991 ha bajado a 6,57 en 1997 (siendo menor la mortalidad en el grupo de mujeres). Observando la evolución de la esperanza de vida de la población de Jaén en el contexto andaluz podemos comprobar que su longevidad es manifiestamente superior a las del resto de las provincias.

     La creciente expectativa de esperanza de vida, siendo un índice que advierte de la calidad vital de la que goza la población, supone al mismo tiempo una preocupación en el orden de las políticas sociales. La longevidad, unida a la todavía lenta recuperación de la tasa de natalidad, hace prever que en los próximos años la provincia se consolide como un escenario de alta concentración de personas mayores que van a demandar un complejo sistema de servicios sociosanitarios. La proyección de población estimada por el Instituto de Estadística de Andalucía para los próximos años recoge la prevención que ponemos aquí de manifiesto.

     Con esta reseña demográfica de la provincia podemos concluir dos evidencias significativas y efectuar un pronóstico de síntesis. La primera señala que la población de Jaén ha superado en la actualidad la crisis demográfica que ha experimentado durante los últimos 35 años debido, sobre todo, a la emigración. La segunda sostiene que a pesar de la recuperación de la tasa de natalidad que se aprecia en el último lustro, la tasa de envejecimiento es de las más altas de Andalucía; siendo más relevante, para los fines de un programa de acción estratégica, el hecho de que la población mayor de 80 años se ha duplicado en poco más de 20 años. Coincidiendo con estas realidades, se está dando un fenómeno novedoso en la provincia, como es la existencia de un creciente flujo de inmigración. Este hecho muestra una doble trayectoria: está creciendo la inmigración de carácter temporal, consolidando un circuito de “ida y vuelta”, pero al mismo tiempo favoreciendo el aluvión de población inmigrante con pretensión de residencia estable.

      Podemos pronosticar, en definitiva, que la demografía provincial se verá modificada al alza en un doble sentido. Primero, como consecuencia de la progresiva presencia de población inmigrante, que aún mantiene altas pautas de fecundidad. En segundo lugar, debido al crecimiento natural de la población autóctona manifestada en la creciente tasa de natalidad y de longevidad. Ambas fuentes, la endógena y la exógena, son consistentes a medio plazo.


Mapa de las zonas de actuación


[volver]


La evolución de la renta en la provincia de Jaén

     El crecimiento económico de la provincia de Jaén, medido a través de la tasa de variación del Producto Interior Bruto (PIB)3, ha sido del 61,30 por 100 entre 1977 y 1997, lo cual representa una tasa anual acumulativa de un 3,31 por 100, mientras que la de Andalucía fue de un 2,70 por 100 y la de España de un 2,41 por 100. La primera conclusión obtenida es que el crecimiento económico en Jaén ha sido superior al registrado a nivel regional y nacional. Si realizamos este mismo ejercicio comparativo por provincias de la Comunidad Autónoma Andaluza, podemos comprobar que Jaén es la que más ha crecido, seguida de Málaga (3,07 por 100), Córdoba (3,03), Almería (2,84), Granada (2,66), Sevilla (2,44), Cádiz (2,32) y Huelva (2,22 por 100).

     Interesará conocer, también, de qué forma ha evolucionado nuestra economía a lo largo del período y, en segundo lugar, si lo ha hecho en sintonía con los dos ámbitos geográficos en los que se encuentra insertada. Al objeto de establecer la debida correspondencia con las fases por las que ha atravesado la economía española, se consideran los siguientes períodos:

 

Tasa de variación acumulativa del PIB (%)

Fases
Andalucía
Jaén
España
1977-1985
1,99
1,13
1,22
1985-1989
4,55
5,74
5,71
1989-1993
2,13
1,62
0,87
1993-1997
5,96
3,96
3,14
1977-1997
3,31
2,70
2,41
Fuente:
Fundación BBV (1999): Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie Homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 y 1998, Fundación BBV, Bilbao.  

  1. Crisis económica de mitad de los setenta (1977-1985)
  2. Expansión económica de mitad de los ochenta (1985-1989)
  3. Crisis económica de principios de los noventa (1989-1993)
  4. Expansión económica de mitad de los noventa (1993-1997)4

     De acuerdo con la información adjunta, cabe resaltar:

  1. En todas las fases, la economía jiennense ha crecido más que la española y la andaluza, excepto en la etapa expansiva 1985-1989, que lo hizo en menor medida. El menor crecimiento de este período ha podido responder al comportamiento negativo del sector agrícola en el año 1987, en el que la campaña oleícola fue una de las peores de estas últimas décadas.
  2. Las fluctuaciones que se producen en cada una de las etapas consideradas poseen un carácter más pronunciado en Jaén. Esta mayor intensidad se puede derivar de dos factores. El primero guarda relación con el propio término de comparación escogido: una zona geográficamente de mayor dimensión propende a experimentar menores fluctuaciones que cada una de las regiones que la integran (Myro, R., 1999; p. 52)5. El segundo factor hace referencia al mayor peso que tiene la agricultura en esta provincia y, especialmente, a la dependencia de este sector del cultivo del olivar, que sesga la dirección de la producción en un sentido ascendente o descendente dependiendo de la bondad de las cosechas.
  3. El crecimiento económico de Jaén ha superado en dos puntos al de Andalucía y en casi tres al de España en la última fase analizada. Este hecho es muy destacable puesto que evidencia el aumento sustancial experimentado por el diferencial de crecimiento a favor de la economía jiennense en la etapa más reciente, ya que en las anteriores ese gap llegó a alcanzar, como máximo, algo más de un punto.

     Este mismo análisis se ha realizado con el PIB per cápita y las conclusiones obtenidas son similares a las mencionadas anteriormente. Sin embargo, hay que destacar que los diferenciales de crecimiento favorables a la economía jiennense son superiores —tanto en el conjunto del período como en las diferentes etapas— cuando se toma esta variable, lo que se acentúa en los últimos años. Esto implica una mayor convergencia de nuestra economía con la andaluza y con la española. En este sentido, en 1977 el PIB por persona representaba un 59,06 por 100 de la media nacional, mientras que en 1997 ha logrado alcanzar un 75,91 por 100. Las cifras son más satisfactorias si el término de la comparación es la Comunidad Autónoma, ya que a principios del período ese porcentaje era del 79,06 por 100, alcanzando un 104,64 por 100 al final del mismo, de forma que actualmente el PIB per cápita jiennense supera a la media del andaluz.

    La Renta Familiar Bruta Disponible (RFBD) indica el volumen de ingresos percibidos por las familias, tanto de origen directo (rentas del trabajo, mixtas y del capital) como procedentes de prestaciones sociales y otras transferencias, una vez pagados los impuestos directos y las cotizaciones a la Seguridad Social. En términos per cápita es el agregado más adecuado para evaluar la capacidad de compra de las familias, puesto que recoge las cantidades dinerarias de que pueden disponer para el consumo o el ahorro.

     El crecimiento alcanzado por la RFBD por habitante en la provincia de Jaén ha sido muy superior al de sus homólogos regional y nacional. Este comportamiento se ha debido no sólo al avance registrado por las rentas directas, sino también al de las prestaciones sociales y otras transferencias. Ese mayor incremento ha permitido un acercamiento de nuestra RFBD por habitante a las medias regional y nacional. Así, mientras que en 1977 esa variable representó un 89,15 por 100 de la andaluza y un 73,93 por 100 de la española, en 1997 ha significado un 106,7 y un 84,05 por 100, respectivamente. A lo largo del período, estos porcentajes han evolucionado favorablemente, tal como muestra el gráfico adjunto, excepto en 1987, 1993 y 1995, en que las actividades agrícolas no contribuyeron a la mejora del PIB. No obstante, en el resto del intervalo temporal se aprecia un lento, pero continuo, acercamiento de nuestra RFBD por habitante a la española, así como la superación de la andaluza ya desde mitad de los años ochenta (excepto en 1987).

     Como conclusión cabe decir que la provincia de Jaén ha experimentado un crecimiento económico superior al nacional y al regional, habiéndose intensificado el mismo durante los últimos años. Este hecho —junto con la mejora de las prestaciones sociales y las transferencias— ha permitido que su RFBD por habitante esté más próxima a la media española y que supere a la media andaluza.

 


[volver]