DECALOGO DE PRINCIPIOS BÁSICOS PARA LOS ARBOLES

  1. RESPETO: Los árboles son seres vivos, tan vivos como usted o como yo. Mejor aún; Son nuestros protectores. Deles el respeto que se merecen como seres vivos y nunca los trate con desprecio, como si sólo fueran mobiliario urbano.
  2. ANTICIPACIÓN: Antes de planificar un edificio o un barrio nuevo, acuda a un urbanista, que sabrá establecer en primer lugar los espacios verdes y los árboles de alineación. La construcción se realizará solamente a partir de entonces.
  3. JURISDICCIÓN: Sepa rodearse de personas capacitadas para la selección de especies, plantación, poda de formación, poda de madera seca (muerta) y evaluar los diagnósticos de seguridad.
  4. PREVISIÓN: Planee para cada árbol plantado un volumen suficiente para su copa y sus raíces cuando éste se convierta en un adulto. Esto hace de las podas una actividad inútil. Nunca se le olvide que un árbol sin podar no es un árbol peligroso. Plantar el árbol correcto en el lugar correcto.
  5. MODESTIA: Nunca plantemos “grandes sujetos” con la intención de causar una buena impresión. Esto es tanto una pérdida de tiempo como un despilfarro de dinero, “La presunción” y los árboles no se mezclan.
  6. HONESTIDAD: No creamos y no pretendamos a hacer creer a nadie que diez árboles jóvenes van a reemplazar el derribo de un gran árbol viejo. Esto es una mentira social, ecológica, ambiental y financiera.
  7. NO VIOLENCIA: No recorte las ramas o raíces de un árbol a menos que sea absolutamente necesario. No es estético y hace que el árbol se convierta en peligroso.
  8. CIVISMO: Sea intratable con el comportamiento lascivo e incívico frente a los árboles en las vías urbanas: golpes ,maltratos, mutilaciones, etc. Ellos soportan muy mal cualquier forma de agresión.
  9. PROTECCIÓN.– Nunca olvide que talar árboles a lo largo de las carreteras no es en absoluto una respuesta adecuada a los problemas de seguridad vial. En la ciudad establezca un plan demográfico de arranques y plantaciones. Los árboles no viven eternamente y menos en la ciudad.
  10. GRATITUD: Amar a los árboles es otra forma de amar al hombre. Ame sus árboles y tendrá la satisfacción de ver que sus conciudadanos le mostrarán su gratitud.
ÁRBOL05

Extraído del libro Du bon usage des arbres. Un plaidoyer à l’attention des élus et des énarques. de Francis Hallé