A nadie se le escapa que la evolución de la tecnología puede ser un gran aliado en la conservación de nuestro planeta, pero ¿En qué medida? El Foro Económico Mundial en un artículo publicado el 15 de junio de 2019 estimaba que las Tecnologías de la Información y la Comunicación pueden contribuir a reducir en un 15% las emisiones de CO2 desde esa fecha a 2030, lo que supone una contribución muy importante en la estabilización de la temperatura del planeta, pero en este sentido ¿Qué podemos hacer nosotros, simples ciudadanos?

Podemos hacer mucho. No sólo debe evolucionar la tecnología, si no también el uso que hacemos de ella. Piensa que al eliminar la presencialidad de los trámites estamos eliminando la necesidad de mantener edificios abiertos con un consumo energético dedicado a su iluminación y climatización, a la vez que eliminamos las emisiones de CO2 del transporte utilizado para llevar los documentos originales, a menudo a otras provincias o comunidades autónomas si se trata por ejemplo de una matrícula universitaria. Añade a esto el papel utilizado y de nuevo el espacio y la energía necesarios para su almacenamiento y conservación.

Por lo tanto, cada vez que usas la Administración Electrónica estás poniendo tu granito de arena para ayudar a la conservación de nuestro planeta.